Introducción.
500 años de saqueo, dependencia y sometimiento económico y político han traído a nuestro continente una innumerable sucesión de tragedias, pero a su vez han sido la cantera en la que se ha moldeado una amplia y profunda tradición de resistencias, luchas y experimentos organizativos que han dignificado nuestro pueblo Latinoamericano a lo largo de su historia y han marcado paso a paso el camino hacia nuestra segunda y definitiva independencia.
Teniendo en cuenta que las principales tragedias en cada una de nuestras naciones se repiten casi calcadas a lo largo y ancho del continente; que históricamente las oligarquías y clases dominantes de cada país han traicionado y pisoteado la dignidad de nuestros pueblos por ponerse al servicio de los grandes grupos económicos; que el plan guerrerista y colonial sobre nuestro continente siempre ha sido uno solo con el objetivo de concentrar la riqueza y multiplicar la pobreza; se hace imperativo comprender que de igual manera la respuesta Latinoamericana tiene que ser organizada, combativa, pero sobre todo integrada en un propósito común: la materialización de una Patria Grande y Socialista por la Nueva América.
Desde el Mexico mutilado de Zapata,la cuba de Sierra Maestra y playa Giròn, pasando por el Caribe de Caamaño y Sandino, por la Colombia digna y combativa, la venezuela de Miranda y Zamora, por el Ecuador de Sucre y Alfaro, el perù Inca de Mariàtegui, por la Bolivia minera y cocalera, el Chile mapuche y salitrelo, por el Bràsil de favelas y mariguela, el Uruguay de Artigasy Sendic, por el Paraguay de Solano y aterrizando en la Argentina de Guevara con sus vientos pamperos y su rebeldìa patagònica; elevamos nuestro grito por la integracìon y la unidad combativa de todo el pueblo latinoamèricano de nuestra amèrica mestiza
Estamos convencidos que la recuperación y reinterpretación del vasto legado teórico y práctico de nuestros procesos revolucionarios latinoamericanos, contribuirá en la construcción de una América más justa, independiente, socialista y con ello verdaderamente soberana.
Porque el sentir del Pueblo Americano no coincide con los planes de invasión imperial que se ciñen sobre nuestro continente, porque ese mismo pueblo americano no quiere seguir pagando las desgracias de un sistema basado en la explotación del hombre por el hombre, el saqueo y la sobre explotación de nuestros recursos naturales, porque nos negamos a creer en el publicitado “fin de la historia” y por el contrario nos aprestamos a escribir nuestra parte, por ese espíritu digno y rebelde que nos caracteriza desde nuestra primera independencia traicionada.
El primer paso para responder de manera organizada y contundente a los intentos voraces de saqueo y sometimiento es el conocimiento mutuo nuestros pueblos, conocer no solo sus tragedias sino sobre todo sus respuestas organizadas y ejemplos de dignidad, porque así como diría el gran pensador Americano José Martí “Los pueblos que no se conocen han de darse prisa por conocerse, así como quienes van a pelear juntos” hombro a hombro, desde el debate y el combate por nuestra segunda y definitiva independencia latinoamericana.
“Ya suena el himno unánime;
la generación actual lleva a cuestas,
por la América trabajadora;
del Bravo a Magallanes
(..) la semilla de la América nueva”.
José Martí
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